Antes explicaba lo que hacía sin que mis clientes lo entendieran. Ahora sé cómo comunicar mi valor, cómo medir lo que pasa en mi salón (ocupación, margen, fidelidad) y tengo apoyo real de otros profesionales. Esto ya no es solo peluquería, es empresa.

Soy autónoma, con solo dos tocadores. Pensaba que el ordenador sería complicarme y lo de medir resultados era para otros, no para mí. Pero aquí encontré lo que necesito: soporte, comunidad, formación práctica y herramientas accesibles. Me siento parte de algo grande y eso me da más fuerza. Gracias por este proyecto.

Jamás hubiera imaginado que una Asociación sin coste, y menos una Asociación Nacional, pudiera transformar tanto. Peluquería Unida me abrió el camino para medir lo que hago, aprender a crecer de verdad y comunicar con el valor de mi salón. Hoy, mi equipo y yo avanzamos juntos con orgullo. Muy agradecida.

Como salón pequeño, siempre me sentí sin voz. Pero al sumarme a Peluquería Unida sentí en poco tiempo que juntos podemos defender nuestros proyectos, exigir mejores condiciones y cambiar lo que parecía inamovible. Ahora sé que no es solo mi sueño; somos parte de un gremio que se hace oír, que luchamos por nuestro futuro.